jueves, 24 de febrero de 2022

Consecuencias de la Peste Negra

 


Seguro que has escuchado hablar, leído en algún libro o visto en alguna peli o serie algo sobre la peste negra.-“Que lejos quedan aquellos días”-podríamos pensar. Pero la realidad es que, con la COVID-19, muchos recuerdos, sobre la gestión y consecuencias que causaron otras pandemias a lo largo de la historia del ser humano, han vuelto a nuestras conversaciones cotidianas. De ahí que la protagonista de esta entrada sea la peste negra (o bubónica), la cual pasó a llamarse, siglos más tarde, “La Muerte Negra”. Creo que con este nombre podemos ir haciéndonos una idea de lo dura que tuvo que ser esta pandemia. Y es que, la peste negra marcó un antes y un después en la sociedad.

Empecemos por describir la enfermedad. Para ello vamos a viajar a la Edad Media…

Estamos en el año 1317. Periodo conocido como Pequeña Glaciación o Pequeña Edad de Hielo. El frío extremo te corta el aliento. Pero no es lo único que llama la atención. En los campos no hay cosecha (desde hace tres años) y la población se muere de hambre, lo que repercute seriamente en su sistema inmunológico, debilitándolo. Enlace a SaludQue los graneros estén vacíos tiene, además, otra consecuencia importante. Atraer a visitantes indeseados: los roedores, que son uno de los protagonistas de esta historia. Hablaremos más adelante sobre ellos.

Algunas de las personas que voy encontrándome desprenden un olor insoportable que corrobora la falta de higiene. Aunque esto parece no haber sido siempre así. Higiene en la Edad Media

En cualquier caso estamos ante el escenario perfecto para que muchos microorganismos se desarrollen. Estas personas no lo saben pero es lo que ocurrirá entre 1346 y 1347.

Es un día cualquiera del año 1348 y vamos de visita a la casa de un enfermo diagnosticado de peste. Por el atuendo que llevamos parece más bien que salimos a las calles a celebrar carnaval. Nos han tapado de pies a cabeza y nos han colocado una máscara picuda que contiene más de 55 hierbas, polvo de víbora, canela, mirra y miel. Nos han dicho que la máscara nos protegerá de los “miasmas” que causa la peste.

También nos han dado una vara para poder tocar al enfermo.

 

Hemos llegado a nuestro destino y nos dedicamos a observar y anotar los síntomas que padece nuestro paciente. Fiebre alta, escalofríos, náuseas, sed, agotamiento físico y temblores. Además presenta inflamación en el cuello (otros pacientes la presentan en ingles o axilas). Son estos ganglios inflamados (llamados bubón o carbunco) el origen del término “bubónica”. Con estos síntomas estamos ante un caso claro de peste bubónica. Pero existen otras variantes: la peste neumónica y la septicémica, que no deja supervivientes. Aparte de tocar con la vara al paciente poco podemos hacer con él. En esta época no se sabe nada sobre microorganismos y, por tanto, no existe una cura específica.

Para hablar sobre la bacteria que causa esta enfermedad es mejor que demos otro salto temporal. Es 20 de junio de 1984. Alexander Yersin (médico suizo) descubre un microorganismo en el cuerpo sin vida de una persona enferma de peste. Yersin logra aislar la bacteria y la bautiza como Yersinia pestis. Para saber más

Daremos nuestro último salto en el tiempo para viajar al presente ya que, gracias a la investigación realizada durante estos años, se puede explicar mejor el origen y propagación de la enfermedad por Europa y las consecuencias que tuvo esta pandemia a nivel social, económico y demográfico.

Las hipótesis apuntan a que la enfermedad se originó en Mongolia. En este país el consumo de marmota es habitual. 

Asediando Caffa, las tropas mongoles empezaron a enfermar de peste negra y morir. ¿Qué hacer con todos aquellos cuerpos? A los mongoles se les ocurrió lanzarlos en catapultas al otro lado de la muralla. ¿Estamos ante una guerra biológica? Podría ser. Ya sea por esta razón o por las ratas con pulgas infectadas que iban de un campamento a otro, la historia es que los genoveses volvieron a casa con la peste, originando la que sería, una de las peores pandemias que viviría Europa.  

Llega el turno de las consecuencias.

La primera, y quizás una de las que más me ha llamado la atención, es que las personas negaron la existencia de la enfermedad hasta que les tocó, a ellos o a sus familiares más cercanos. Con la muerte haciendo acto de presencia, la población entró en pánico y huyó de sus ciudades dejando atrás a enfermos, que no tenían a nadie que los enterrara y, propagando la enfermedad allá por donde iban.

Europa se enfrentaba a una importante recesión económica. No había personas que trabajaran en los campos y las cuarentenas hacían imposible el comercio con otros países. Muchas personas morían cada día y que la muerte formara parte de la cotidianidad hizo que la población se dedicara a reflexionar sobre lo frágil que realmente es el ser humano. Este pensamiento “obligó” (en cierto modo) a cambiar la mentalidad de la época. Y es, en este punto, donde surge un crecimiento cultural. Las personas abandonaron sus creencias religiosas (lo más normal del mundo cuando aceptaron que los religiosos no curaban la enfermedad y además no querían atender a los enfermos por miedo al contagio) y mágicas y adoptaron el antropocentrismo, o lo que es lo mismo, el centro de la reflexión filosófica es el ser humano, en particular, y la cultura, en general.

Con el antropocentrismo nace el Renacimiento, que trajo consigo un aumento de las rentas en la población más desfavorecida.  

Y esto ocurrió porque el mayor impacto de la pandemia fueron los millones de personas que perdieron la vida. Menos población que alimentar, campos más fértiles, más animales de trabajo, pago de menores rentas por las tierras y, como consecuencia, aumento de sueldo a los campesinos y la introducción de nuevos métodos son algunos de los aspectos que llevaron a una mejora en la calidad de vida de clases sociales poco favorecidas antes de la pandemia. La falta de hombres para trabajar favoreció, también, a muchas mujeres que se hicieron cargo de las tierras y los negocios. Podríamos decir que fue un punto de partida en la lucha por los derechos de la mujer.

Con lo vivido durante la peste muchos médicos empezaron a cuestionarse si las prácticas tradicionales eran las correctas, lo que dió comienzo a una nueva etapa en la medicina. Se empezaron a practicar disecciones anatómicas y los hospitales empezaron a parecerse más a los actuales.

En el arte destaca la exaltación de la naturaleza, debido a que durante la pandemia las personas huían al campo alejándose de las ciudades concurridas que presentaban una mayor incidencia de peste, y la perfección al representar el cuerpo humano. De hecho, es en el Renacimiento donde empiezan a aparecer desnudos.

Abandonar la religión supuso, en cierto modo, una revolución científica que vino de la mano de Nicolás Copérnico y Galileo Galilei con la teoría heliocéntrica

La tecnología también avanzó. Los nuevos imperios coloniales sentarían sus bases debido a los avances de la tecnología marítima. 

Podemos corroborar que una bacteria (no la calificaría de simple) cambió a la sociedad de aquella época. Paradójicamente, “La Muerte Negra” trajo consigo mejoras económicas y sociales para la población.

Esto hace que me pregunte, ¿será la COVID-19 la antesala de un nuevo Renacimiento?

 

Referencias

Material de Microbiología. Guillermo Quindós Andrés

National Geographic

La peste en 10 minutos. Youtube

La Peste. Leticia Martinez

Ana Luisa Haindl U. La Peste Negra

Pandemias y Renacimiento

Blog La Peste Negra

Característcas Renacimiento

Imágenes

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario