Los estudios de ciencia y
género nacen a partir de los estudios sociales de la ciencia y la teoría
feminista. En EEUU hacen su aparición en la década de los 70 y en Europa en los
80.
Los estudios sociales de la
ciencia ponen el foco en cambiar nuestro pensamiento sobre la relación
existente entre ciencia y sociedad sin tener en cuenta el rol de género. Estos estudios
surgirán a partir de La Estructura de las revoluciones científicas, de Kuhn, en
los años 60. En sus análisis habla sobre la verdad científica, la objetividad y
neutralidad de la ciencia, la influencia de los paradigmas en el progreso científico,
etc. Kuhn defiende que la ciencia se ha visto influenciada por factores
culturales, sociales y psicológicos. En esta línea seguirían los estudios
sociales de la ciencia que señalan que no es posible hacer ciencia objetiva y
universal sin atender a aspectos sociales, económicos o políticos.
Por otro lado, los estudios de ciencia y género se centran en el rechazo y la crítica al androcentrismo y sexismo observados en la práctica científica. Visibilizan a las mujeres olvidadas en la ciencia y los obstáculos que tuvieron para acceder a ella, analizan los sesgos androcéntricos en la investigación, se cuestionan la neutralidad de la ciencia (coincidiendo con los sociales) y buscan una nueva epistemología (¿feminista, varias?)
Diferencia entre este tipo de
estudios sería que los sociales, a pesar de rechazar la neutralidad de la
ciencia, apoyan divisiones entre femenino y masculino, público y privado, personal
e impersonal. Sin embargo, los estudios de ciencia y género tienen otra
perspectiva respecto a estos términos puesto que defienden que se apoyan, se
sancionan y se definen mutuamente. Sustituiríamos ese “y” anterior (femenino y
masculino) por “o” (femenino o masculino).
Al no tener en cuenta el rol
de género, los estudios sociales no tienen en cuenta que la ciencia ha sido
producida por un solo colectivo: hombres blancos de clase media-alta y tampoco tienen
presente que su evolución ha estado influenciada por el ideal de masculinidad
particular.
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