“Cara a cara con el planeta. Una nueva mirada sobre el cambio climático alejada de las posiciones apocalípticas” es un ensayo de Bruno Latour, un filósofo, sociólogo y antropólogo francés, que aborda cómo la sociedad moderna piensa su relación con la naturaleza.
Vivimos en la era de la sobrecarga
informativa. Esto quiere decir que hay muchas probabilidades de que hayas escuchado
alguna vez hablar sobre cambio climático, gases de efecto invernadero, aumento
de la acidez de los océanos, perdida de flora y fauna, etc. La sociedad conoce
la problemática medioambiental, así como la conocen y la estudian científicos y
gobiernos de todo el mundo. Por tanto, tal y como Latour se pregunta en su
ensayo, ¿por qué no se toman acciones para modificar esta problemática? ¿por qué
no pensamos que nuestra vida corre peligro si cuando se trata de un ataque
terrorista corremos a salvarnos?
Observamos la naturaleza como algo
inerte y exterior, algo desligado de la cultura. Hasta hace poco esta
división podía resultar satisfactoria para la sociedad. Desgraciadamente, los
desastres naturales que actualmente ocurren con más frecuencia nos hacen darnos
cuenta de que dicha división no tienen sentido alguno.
Para Latour, el clima es fruto de las
conexiones de todos los seres que habitan el planeta. Este hecho tendría que
ser el que nos impulsara a actuar puesto que estamos poniendo el foco en un “problema”
que parece actual pero que es atemporal. Desde el inicio de los tiempos
mantenemos una relación con la naturaleza a pesar de habernos creído que pasábamos
sin ser vistos.
Pensamos entonces que la naturaleza es
exterior y ajena a nosotros. Tanto así que incluso los científicos, encargados
de realizar análisis sobre emisiones u otros estudios medioambientales, han
creído que para que la sociedad fuera consciente de la realidad actual había
que dramatizar una situación ya de por sí trágica. Este estado apocalíptico en
el que nos vemos envueltos podría haber sido el detonante para que muchos “climatoescépticos”,
como denomina Latour a los negacionistas del cambio climático, ataquen las teorías
de los científicos.
Si nos ceñimos a la relación entre
naturaleza y sociedad podríamos decir que, efectivamente, sería el fin de la
naturaleza, tal y como la venimos pensando hasta ahora. El clima y la vida han evolucionado juntos y
desde hace siglos no tiene sentido hablar de una naturaleza salvaje sino de una
naturaleza humana. Por eso Latour insiste en librarnos de este concepto de
naturaleza. Solo así podríamos intentar responder a los interrogantes con los
que partíamos al inicio.
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