Estaremos de acuerdo en que la COVID ha cambiado nuestras vidas, para bien o para mal. Tanto es así que, según un estudio realizado por un grupo de investigación de Blanquerna/Universidad Ramon Llull, nuestras preferencias para realizar búsquedas sobre información relevante se han visto alteradas. Dicho estudio se realizó entre el 3 y el 10 de abril de 2020. Es decir, tras la declaración del estado de alarma por la crisis de la COVID.
En esta entrada voy a tratar de realizar un análisis sobre las preguntas propuestas en el estudio, el cual se divide en distintos apartados.
El primer apartado es: cambio de hábitos en el consumo de medios. Las preguntas realizadas son:
¿Te informas más frecuentemente que antes? ¿Consumo informativo diario antes y durante el confinamiento?
Si me pongo en el papel de encuestada consideraría que me están preguntando dos veces lo mismo. Me quedaría con una sola pregunta. La segunda. Considero que es la mejor opción para poder comparar resultados.
Siguiendo esta línea, mi siguiente pregunta sería: si hemos aumentado el consumo, ¿cuáles han sido las razones? Estar más tiempo en casa, querer saber que pasa a cada momento, etc.
En este apartado la última pregunta es: ¿Qué medio utilizas con más frecuencia para informarte sobre la pandemia de coronavirus?
Faltaría la pregunta previa de cuáles eran los medios que se utilizaban antes de la pandemia. Posteriormente podríamos preguntar qué medios se utilizan durante la pandemia. Y en caso de cambios, ¿por qué? Mayor fiabilidad, rapidez en la transmisión de noticias, etc.
No debemos olvidar que el primer apartado se llama cambios de hábitos pero tal y como están estructuradas las preguntas no logró visualizar el antes y el después.
Vamos con el segundo apartado: cobertura informativa sobre el coronavirus. Las preguntas realizadas son:
¿Informan los medios correctamente sobre la pandemia? ¿La ideología de los medios condiciona su cobertura sobre el coronavirus? ¿La cobertura sobre el coronavirus es sensacionalista y genera alarma social innecesariamente? ¿Los medios proporcionan demasiada información sobre el coronavirus?
En cuanto a la primera pregunta. ¿Qué medios? Al no especificar, todos los medios van al mismo saco y por tanto no me parece una pregunta para nada relevante. A esto hay que sumarle que sin saber qué tipo de personas realizan las encuestas no se debería preguntar si algo es correcto o no. Por ejemplo, un negacionista contestará a esta pregunta “muy en desacuerdo". No creo que la formulación de la pregunta sea la adecuada. Las preguntas en las que se trata la ideología, la alarma social y la excesiva información no son nada objetivas. El encuestado pensará en el medio que visita y contestará en función de eso. ¿Qué hay del resto de medios?
Llamándose el apartado cobertura informativa de los medios creo que quizás sería más interesante conocer si la población considera que dichos medios esclarecen información sobre la protección o los escenarios que se pueden presentar en una pandemia. Sería conveniente conocer también si el ciudadano considera que la información recibida es veraz. O si consideran importante el papel de los medios durante el confinamiento y por qué.
El tercer apartado: confianza en los medios. Las preguntas son:
¿Qué tres medios te merecen más confianza para informarte sobre el coronavirus? Sobre las noticias del coronavirus publicadas por medios de comunicación digitales (medios en internet), ¿de qué forma accedes habitualmente? ¿Te has suscrito a algún medio digital informativo de pago durante el confinamiento?
Este apartado me parece correcto ya que obliga a los encuestados a escoger medios. Considero que los resultados serán más precisos.
El cuarto apartado: confianza en las fuentes. La pregunta que realizan es:
¿A qué fuente otorgas mayor credibilidad cuando informa sobre el coronavirus?
Añadiría:
¿De qué tipo son estas fuentes? Prensa escrita, libros, grabaciones audiovisuales, etc.
¿Vuestras fuentes añaden sus fuentes para que podáis comprobar la información que os dan?
Posiblemente se me escapen preguntas al no estar acostumbrada a realizar encuestas. Lo que tengo claro es que es un apartado importante para contar solo con una pregunta.
El apartado 5: desinformación y coronavirus. Las preguntas son:
¿Has recibido noticias falsas o de dudosa veracidad sobre el coronavirus? ¿A través de qué medios? ¿Cómo compruebas principalmente si un contenido que recibes a través de redes sociales puede ser falso? ¿Has compartido algún contenido falso o dudoso relacionado con el coronavirus?
Añadiría: ¿qué efectos causan en la población estas campañas de desinformación?
Llegamos al apartado que cierra la encuesta: redes sociales: fake & fun, cuyas preguntas son:
¿Has compartido memes relacionados con el coronavirus o el confinamiento? ¿Cuál fue la motivación principal para compartirlo? ¿A través de qué redes o servicios de mensajería has compartido memes?
Aquí sería conveniente preguntar también los efectos que causan esos memes. Creo que estos apartados deberían estar juntos. Me resulta una encuesta muy repetitiva.
Algo que me ha llamado la atención ha sido el tamaño de la muestra, que considero pequeño y el periodo de recogida de datos, que considero corto.
Está claro que todos, en mayor o menor medida, aumentamos el consumo de información durante el confinamiento. El aburrimiento es lo que tiene. Ahora bien, ¿ha vuelto el consumo a la normalidad?, ¿qué efectos ha causado en la población dicho aumento?
Una encuesta, bien estructurada, de este tipo me parecería
mucho más interesante(igual ya existe).
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