lunes, 27 de febrero de 2023

Verificacionismo y Falsacionismo

 

¿Qué es ciencia y qué no lo es? La verdad es que hasta ahora no me había planteado esta pregunta. Consideramos ciencia a aquellas ramas que estudiamos en el instituto o en las carreras que escogemos. Física, Química, Matemáticas o Biología, junto con sus descubrimientos, sus teorías y leyes o sus prácticas, estaría dentro lo que consideramos ciencia. Pero, ¿Dónde esta la línea que separa lo que es ciencia de lo que no lo es?

Para hacer esta distinción se propuso el verificacionismo, cuyos principales representantes formaban parte del Círculo de Viena. Esta postura filosófica está basada en la inducción, que es el modo de razonar de lo particular a lo universal. La experiencia es el elemento que determina el saber científico, es decir, es la que va a corroborar si una hipótesis es cierta o no. Además, el verificacionismo entiende la ciencia como un saber acumulativo. 

Esta postura filosófica no fue del todo aceptada por otros filósofos de la época. De ahí que se propusieran otras teorías. El falsacionismo, formulada por Popper, fue una de ellas. En esta postura se busca una observación o experimento que anule la hipótesis inicial. Si el filtro experimental no se pasa la teoría será refutada y si se consigue pasarlo la teoría se consideraría valida de forma provisional. Para Popper el avance de la ciencia no es acumulativo, sino que al refutarse unas teorías, otras las suplantan.

Ambas posturas presentan puntos débiles. En el verificacionismo es complicado estudiar todos los fenómenos particulares que existen sobre un tema en estudio y, por tanto, la teoría universal que podamos obtener tras las observaciones que hagamos podría no ser cierta. A pesar de esto, la ciencia se sirve mucho del método inductivo. Por otro lado, el falsacionismo tiende a realizar sus experimentos de forma aislada y esto va en contra de lo que realmente ocurre. Si nos ciñéramos exclusivamente a estos experimentos aislados para validar una teoría muchas de ellas no las conoceríamos.

Ninguna de las dos posturas me convence, pero el verificacionismo parece mostrar mayor confianza en la ciencia que el falsacionismo, el cual parece querer buscar a toda costa esos contraejemplos que refuten las teorías que, en definitiva, son las que tratamos de validar para un fin. Me pregunto, si un científico basa su trabajo en refutar constantemente sus hipótesis, ¿avanzaría la ciencia como realmente lo hace? Desde mi punto de vista, no. De hecho, la realidad es que los científicos se esfuerzan más en dar una teoría o ley por buena que en intentar refutarla.

Por otro lado, algo en lo que sí estoy de acuerdo con el falsacionismo es que no tiene por qué existir un método científico único para la ciencia en general. Las hipótesis no surgen de unos pasos que los científicos siguen a pies juntillas. Las hipótesis nacen de la imaginación, de la intuición, de las necesidades. Pensar que hay un método para tal fin no tiene sentido.

También estoy de acuerdo con Popper en que los científicos deben tener una actitud crítica. Aunque es cierto que no pueden basar sus investigaciones en las refutaciones también es cierto que deben tener la mente abierta para aceptar que sus teorías pueden ser erróneas o incompletas.

En conclusión, el verificacionismo se mostraría más positivo y confiado con la ciencia, teniendo en cuenta que su objetivo es el de verificar, es decir, mostrar al mundo que las teorías propuestas logran explicar aquellos fenómenos de la naturaleza que escapan a nuestra compresión.


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